viernes, 25 de mayo de 2012

Una mujer revuelta


Soy una mujer en plena revuelta de mi intimidad.
Soy el resultado de la feroz revolución de mi propia vitalidad contra la fascinación ilusoria a que induce lo establecido. Estoy en proceso, puesta a prueba, siempre sujeta a cuestiones y paradojas, en ese camino de avances y retrocesos que significa ser. Soy una mujer en tránsito. Voy hacia la profundización de mi propia subjetividad, ese entretejido complejo de mi ser.
Pongo en marcha el deseo de reencontrarme con mis propias verdades…
…Soy una mujer de encrucijadas. Me siento comprometida con todo lo que la vida me pone en el camino, y mi empeño, desde hace tiempo, es renacer.
Por eso me ofrezco la oportunidad de recomenzar. Soy mi propia aventura amorosa, que crece y alienta un renacer incesante. Entonces revuelvo, nombro la carencia y señalo lo prohibido, desordeno, digo lo inaceptable.
No quiero someterme a la creación de apariencias, ni a la tiranía de la idealización, y tampoco amar lo falso…
…Esta es mi aventura de ser: renacer cuantas veces sea necesario y posible.
Soy una buscadora curiosa e incansable…
…No soy una mujer decapitada. He conservado mi cabeza…
…Necesito fortaleza moral para mirarme así, de frente, desmitificada de mi misma. Y sin saberlo, me abro a uno de los muchos encuentros conmigo…
Soy esta nueva mujer que soy. Esta mujer en la que estoy deviniendo, índice de un nuevo origen, mi origen, esta vez, creada por mi misma.

Una mujer revuelta.
Liliana Mizrahi

martes, 22 de mayo de 2012

Estación Desliz

Siempre me llamó la atención la Estación Tropezón. Y las veces que me tocó parar allí, miraba confundida el cartel pensando...porqué?
Porqué se llama Tropezón?
Quizás alguien  se habría tropezado con una piedra, habría caído a las vias y acto seguido seria arrollado por un tren...
Entonces en honor a aquel pedestre, inaugurarían un tiempo más tarde, en ese mismísimo lugar la Estación Tropezón. Aunque debajo del cartel, la letra chica dijera: " es caída".
Y hablemos de los tropiezos.  Aunque no tan trágicos.
Solemos tropezar con la misma piedra, con distintas piedras, sin piedras, o con piedras concebidas en nuestra propia mente, (las cuales también podemos llamar: Piedras Autolimitantes), como si fueran piedritas mentales que no nos dejan avanzar.
Tropezón no siempre es caída, pero algún magullón te llevas.
Tropezón es creer que las piedras son montañas y aún así, querer escalarlas, sabiendo que nos vamos a caer en algún momento.
Y cuando hablamos de hacerlo dos o más veces con la misma piedra, no solo estamos reincidiendo, sino que  por alguna razón necesitamos reconfirmar que para aprender no siempre basta con la primera lección.
Tropezón es un desliz, en el diccionario. E indefectiblemente la palabra "desliz" suaviza cualquier aspereza en el tropiezo. Como si en vez de caer una y mil veces en la vida, simplemente nos estuviéramos deslizando.
A partir de ahora, cuando pase por la Estación Tropezón , aunque ya mi burguesa vida no me lleve por esos ramales, ( pero nunca escupas para arriba, Vivi..) miraré el cartel y pensaré..."Podría llamarse Desliz, no?".




martes, 15 de mayo de 2012

"Si no creyera en lo más duro,
si no creyera en el deseo,
si no creyera en lo que creo,
si no creyera en algo puro.
Si no creyera en cada herida,
si no creyera en la que ronde,
si no creyera en lo que esconde,
hacerse hermano de la vida.
Si no creyera en quien me escucha,
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que quede,
si no creyera en los que luchan.
Si no creyera en lo que agencio,
si no creyera en mi camino,
si no creyera en mi sonido,
si no creyera en mi silencio"...

jueves, 3 de mayo de 2012

Yo y Yo

Cada vez que entro a mi blog y veo que el contador de visitas se ha incrementado, me abruma la responsabilidad de tener que escribir algo...y últimamente las ideas las tengo complicadas.
Son esos momentos en dónde se me ocurren muchas cosas, pero no todas se pueden hacer públicas o no logro darles un orden narrativo (?). Y de repente se hacia la escritora...
Hay momentos para todo, decia y dice mia mamma. Este es mi momento para verme el ombligo y no a otros, para escuchar música y no cantar, para leer y no escribir, para estar en silencio y no hablar. Mis redundancias me estallan y me avisan que más vale un silencio a tiempo que una palabra mal dicha.
Hoy prefiero ser espectadora, contemplar, asistir en primera fila a mi pelicula y no hacerme ninguna devolución. Sin análisis. Sin  cuestionamientos. Dejarme atravesar y atravesar lo que venga.
Aunque lo que venga no sea lo esperado. Y asi evitarme frustaciones inútiles.
Pareciera que para todo hay que saber. Si no sabés te jodés.
Saber esperar. Saber escuchar. Saber decir. Saber mirar. Saber comprender. Saber estar. Saber entrar. Saber salir. ( y no justamente a pasear...).
Salir de mi. Transitarme.Transmutarme. Hacer autoretratos mentales. Biografias autorizadas. Insights. Autobombos. Autofocos. Sentarme en la vereda de enfrente y ver que pasa. Aunque no pase nada...